Ya me había olvidado lo mucho que me gusta a mí soltar mierda...
Se que estas cosas de los blogs están pasados de moda y que lo suyo ahora es tuiter, youtube o donde sea que suben ahora los niños los vídeos de Minecraft o de Call of Duty, pero uno se me hace corto y el otro no me da la gana ponerme a grabar vídeos, que a mí me va más el canal clásico, soy un sentimental. De todas maneras, me apetece escribir y punto. Quizás hasta reengancho mi irregular hábito de escritura pretenciosa y criticona, a saber.
Pero con la que está cayendo, me han dado ganas.
Y sin más...
Hagamos resumen del último mes: el Parlament convoca referéndum sobre la independencia de Catalunya de manera un tanto irregular. El Gobierno dice que nanay y envía a una fuerza excesiva de efectivos policiales a impedirlo. La jornada del 1 de Octubre de 2017 se salda con casi 900 heridos por parte de los votantes y una fractura social importante en el Estado. El 10 de Octubre, después de días de declaraciones, noticias variadas y amenazas veladas (y no tan veladas), el President Carles Puigdemont declara la independencia para, acto seguido, suspenderla provocando un cortocircuito en las cabezas de muchos, cantidad de memes e hilos de tuiter que dan para rato. El Gobierno cita a Puigdemont para saber si ha declarado o no la independencia. Rajoy propone al Senado aplicar el famoso artículo 155 para tomar el control de Catalunya. El día 27 de Octubre de 2017 se aplica el inicio del proceso constituyente tras ser sometido a votación, a modo de respuesta a la aplicación del art.155. Se supone que ahora manda Soraya. O eso le han dicho.
Vaaaaaaaamos a ver, empecemos unos cuantos añitos atrás: se acuerda alguien del 15-M? Los indignados y esas cosas? Sí, los perroflautas y los ni-nis que decían en Antena 3 que tomaron Plaza del Sol en Madrid y Plaça Catalunya en Barcelona. Esos.
Muy bien. Se acuerda alguien por qué la gente "inesperadamente" se indignó?
Muy simple: era indiferente votar PP que votar PSOE. Ambos funcionaban como partidos atrapavotos de centro, con diferencias aparentes pero funcionalmente muy iguales, con despilfarros absurdos y opacidad en las cuentas en un momento de crisis económica (LA crisis, esa que hemos estado viviendo durante años y de la cual gentuza como Josef Ajram se han estado enriqueciendo a base de especular. Pero evidentemente, no es un vendehumo si no un "emprendedor de éxito". Asco me da).
De esa indignación colectiva nacieron Podemos y Ciudadanos. Pero eso no me interesa ahora.
Lo que me interesa es que tras días de tomar las calles, manifestaciones, protestas, asambleas y cargas policiales, cinco años después aparentemente no ha cambiado nada.
Digo aparentemente porque, en primer lugar si que hubieron revisiones en los contratos hipotecarios y cambios en la legislación para proteger al hipotecado y penalizar (aunque fuera un leve tirón de orejas simbólico) a los bancos. En segundo lugar, los ya mencionados nuevos partidos, quienes desdibujaron un poco el bipartidismo estatal, aunque fuera por las risas. Por último, y lo más importante, se cambian las normas de la política electoral: ahora ya no va de "centro-derecha" y "centro-izquierda" sino de nacionalismos.
Lo más gracioso de todo? CiU se erige como gran partido independentista, que tirará adelante el procès y le plantará cara a España, llevándonos a una República Catalana donde todo irá mucho mejor. CiU. Tócate los huevos, un partido que había pactado con el PP sin ningún problema y que dejaba en segundo plano a ERC, formación debilitada hasta casi desaparecer del Parlament por su participación en el "Tripartito" (apodo puesto a muy mala leche), y a las CUP, las cuales habían sido siempre independentistas históricamente.
Hemos estado cinco años de tira y afloja con nacionalismos para tapar los agujeros económicos, políticos, legales y sociales que han ido dejando tras de sí tanto el Gobierno como la Generalitat. Cinco putos años que han polarizado a gran parte de la población, que han dado alas al sector más rancio de la población (ese que deberían esterilizar para que el país mejorara geneticamente), que han convertido el término "equidistante" en sinónimo de fascista/comunista/independentista (depende del interlocutor y sus neuronas) y han ridiculizado y marginado todas las propuestas que no den pie a una cuestión binaria.
Se han ido aprobando medidas positivas (como la Ley de pobreza energética, por ejemplo), pero en un trasfondo enfermo: un diálogo que se torna en monólogo sobre que buenos son unos y lo malos que son otros, con las consecuentes manipulaciones de medios (las noticias pasan a ser artículos de opinión), verdades a medias, informes de "expertos" y mentiras descaradas.
Todavía hay gente que se cree lo del adoctrinamiento en Catalunya. Me imagino a los NNGG del PPC aguantándose la risa al decir que no permiten hablar en castellano en el patio o las aulas, con Albiol enseñando vídeos "que le han pasado pero que sabe de casos" o el otro mameluco tratando de convencer que no se puede hablar castellano en el patio de la escuela. Al subnormal de Albert Rivera y su colegio concertado del 1000€ le digo que tengo casi 30 años, que estoy escribiendo en castellano (con mayor o menor suerte) y que no me se els Segadors y nunca me han obligado a aprendérmelo.
También están los tarados que se creen que vamos por ahí menospreciando a los españoles, en especial los andaluces. Si que es cierto que hay algún tarado, pero como dije en otro post buscad "puta cataluña" en tuiter después de un partido del Barça, o los anormales que se alegran de accidentes o atentados cuando hay víctimas catalanas. Todo el mundo dirá que son minoría y más nos vale a todos que sea así.
También hay gente que ve la Independencia desde un punto de vista sentimental. Me parece respetable, siempre que se respete otra forma de entenderlo y se acepte que se puede tener el sentimiento contrario y no tener que odiarse. Pero el gran problema es que muchos independentistas (por no decir todos) ven como única salida al fascismo del Gobierno (ha quedado demostrado estos días que no tienen ningún problema en serlo) o como una mejora en su situación económica. Y no es tanto qué ven sino cómo lo ven: de una manera ciega, incuestionable. Ellos, nosotros. Y hay tan poca autocrítica y tolerancia a la crítica...
Oficialmente no: hubo manifestaciones pacíficas donde hubo gente con banderas españolas y esteladas, en rechazo a la violencia estatal y el derecho a decidir, así como en TV3 hay representación tertuliana del unionismo u opiniones disidentes al procès en los medios, cosa que en España no es así.
Socialmente suele ser distinto: aunque rara vez me han faltado al respeto (mayormente chusma por RRSS), sí que no se han tomado en serio mis opiniones o directamente se me ha asociado a estar de acuerdo con la represión vivida estos días y con el inmovilismo ante esta situación, cuando lo que estoy diciendo es que me parece lo mismo PdeCat que PP. Es más, si el procès lo hubiera llevado desde un primer momento ERC (y Convergència no lo hubiera usado como vehículo hacia la mayoría) igual seguiría sin confiar pero lo vería de un modo muy distinto.
No se si es por la manera en que me han criado, pero veo los nacionalismos como algo muy similar a una religión: tenemos los dogmas de fe, los himnos y los símbolos, las figuras de poder y ahora, hasta mártires. El patriotismo de hojalata me recuerda a una manera un tanto simbólica a una romería o a una misa, pero es que no veo absolutamente ninguna diferencia en el nacionalismo catalán o el español.
Aunque sí en los gobiernos.
Por una parte, tenemos al Gobierno de Rajoy: corrupto y corruptor, encubridor de grandes estafas y dispuesto a todo para mantener un estatus quo decadente, leonino e insostenible.
Por la otra, a la Generalitat: maniqueista, victimista y altamente irregular en los procesos parlamentarios cuando les conviene, con la necesidad de escenas que les vendan como los maltratados ante una situación injusta, aún a costa de la integridad de la población. A su favor hay que decir que han sabido jugar psicológicamente tres pasos por delante del Gobierno y son (aparentemente y por ahora) más humanos que sus adversarios políticos.
Más allá de lo dicho, no veo la diferencia. Lo siento si ofende a alguien.
Veo dos gobiernos que están usando un tema de nacionalismos como herramienta para hacer política a su antojo, tapando estos días el escándalo que debería poner a la cúpula del PP en la cárcel sin demora, polarizando a la población en sus campañas y discursos para luego quejarse de que el otro también lo hace (y basar campañas electorales enteras en esto), destrozando a los partidos opositores por asociarse con el bando "equivocado" (o cuando no, provocando luchas internas como en el PSC/PSOE), emitiendo panfletos con las noticias que interesan que circulen (tan rancio me parece OkDiario como VilaWeb), marginando al que no está de acuerdo con unos y con otros, y negando la realidad de que hay mucha gente que quiere la independencia como la hay que no.
Catalunya quiere decidir.
Me convierte el decir esto en independentista?
No. Me convierte en demócrata.
Muy probablemente votaría que no.
Me convierte el decir esto en fascista?
No. Me convierte en una persona ejerciendo su derecho a voto.
Que bien sienta soltar bilis de vez en cuando... y eso que me he moderado. Cosas de la edad, supongo.